¡Ánimo precioso!
No he podido hacer nada por ti pero, al menos, quería dedicarte
estas palabras para que quede constancia de tu vida y, sobre todo, de
tu injusta muerte.
Para los que no
conozcáis a Rompesuelas, haré las presentaciones. Esta preciosa
criatura tiene tan solo 6 añitos de edad y hoy será brutalmente
asesinado. En efecto, Rompesuelas es la víctima de este año (y
esperemos que la última) de la famosa “tradición” de El Toro de
la Vega, esa “fiesta” medieval que cada año hemos de sufrir y
soportar de manera frustrada y sin poder hacer nada.
En muchos medios han
hablado de sus características: es un morlaco con pelaje negro
bragado, de seis años de edad y 640kg. de peso. Posee dos grandes
pitones, el izquierdo más largo que el derecho. Está marcado con el
número 114 por la ganadería de Hermanos del Excelentísimo Señor
Conde de la Corte y fue criado en la finca Los Bolsicos, en Jerez de
los Caballeros (Badajoz). Se cree (porque nadie quiere confirmarlo)
que se ha pagado por él unos 6.000€ aproximadamente. Un millón de
las antiguas y queridas pesetas por la vida de un animal, para que
siendo DE SU PROPIEDAD tengan el derecho a encerrarlo para luego
soltarlo, perseguirlo, asustarlo y atacarlo salvajemente hasta su
muerte. Lo que es el dinero...
Pero, ¿acaso
Rompesuelas es tan solo eso? Una criatura no es sus características
físicas. Hola, me llamo Cristina, tengo el pelo castaño, 27 años
(recién cumpliditos), mido 1'73 y peso 65kg. ¡Ala! Ya me conocéis
todos a la perfección. Lo siento, pero ME NIEGO. Yo no conozco a
este hermoso toro, pero sé que es mucho más. Luis Guillermo López
Olea, su ganadero, ha sido entrevistado por algunos medios, en los
que declara que ha sido acosado y amenazado por animalistas, apelando
él a que sólo hace su trabajo. Yo ahí no me meto, cada uno decide
si tiene un trabajo digno y no creo que amenazar a este hombre sea
productivo para el caso. Pero gracias a este hombre podemos saber,
según sus palabras que: “Es muy tranquilo y pacífico, aunque a
primera vista impresiona bastante. Nunca ha tenido ninguna enfermedad
ni accidente. Ha vivido a cuerpo de rey. […] Viene de la familia de
los Rompe, una buena generación de toros con mucha fama por esta
zona. Su madre, también Rompesuelas, era una vaca muy disciplinada”.
“Disciplinado”,
“tranquilo” y “pacífico” son términos que nos cuentan que
Rompesuelas no es una bestia salvaje, ni un animal peligroso o
violento. Es un animal inocente, de 6 años, que lleva toda su vida
sin hacer daño a nadie, sin saber lo que es la maldad del ser
humano. Hoy, sin embargo, se encuentra en el corredor de la muerte,
esperando sin saberlo a ser asesinado de la manera más brutal y
salvaje.
Para los que no
conozcan El Toro de la Vega, esta es una fiesta tradicional del
pueblo Tordesillas de La Vega (Valladolid) que consiste en soltar al
animal por las calles del pueblo para que los aficionados lo
conduzcan a campo abierto. Allí es perseguido por lanceros (sí,
lanceros, bárbaros con lanzas...). Éstos pueden ir a pie o a
caballo y, si el toro logra rebasar los límites del torneo o los
lanceros no pueden abatirlo, es indultado. Teniendo en cuenta que
participan un centenar de personas, que el animal no está
acostumbrado a tener que huir de nada y que se siente asustado,
aturdido y fuera de lugar (además de no entender lo que tiene que
hacer para sobrevivir y por qué), el toro tiene un ridículo
porcentaje de probabilidades de sobrevivir.
Algunos defensores
de esta barbarie del s.XVI poseen argumentos de peso tales como:
“Quienes se oponen
al festejo son nonfas de asfalto que tienen otras modas y otras
modernidades en esta época de blobalización en la que estamos
metidos. […] Con los antitaurinos he tomdo la decisión de Santo
Tomás, que decía que, con los herejes, la doctrina no se discute”
“Es una herencia
de abuelos, de padres, de hijos, que ha llegado a nosotros y debemos
conservar y potenciar”
“Es un
enfrentamiento entre un solo hoombre armado con una lanza contra una
res con sus defensas naturales intactas”.
(Jesús López
Grañed, investigador y miembro del Patronato del Toro de la Vega).
“El toro siente
dolor, pero no sufre”.
(José Antonio González Poncela, alcalde de
Tordesillas -PSOE-).
Creo que no es
necesario rebatir argumentos de una absurdez de tal calibre. Está
claro que debatir con incultos, degenerados y bárbaros puede ser del
todo inútil.
¿Pero qué hay de
los defensores del toro? Esos “perroflautas” sin trabajo y
aburridos, según estos catetos linchadores. 120.000 firmas fueron
entregadas por PACMA al PSOE, para que instara al alcalde de
Tordesillas (del mismo partido) para acabar con la sangrienta fiesta.
Pedro Sánchez, secretario el partido, se ha lavado las manos (gesto
muy de políticos), declarando que “La decisión que ha tomado el
alcalde de celebrarlo la toma como alcalde, no en representación del
PSOE”. Pero también se ha comprometido en que si gobierna en la
próxima legislatura, prohibirá el Toro de la Vega a través de una
ley contra el maltrato animal. Ante esta promesa no puedo hacer otra
cosa que reírme hasta vomitar de tanta hipocresía. Usar una
barbarie de este calibre para conseguir votos, cunando te has lavado
las manos de esta forma tan descarada, me parece de lo más
vergonzoso. Además, MILES de activistas se manifestaron el pasado
sábado contra el Toro de la Vega en la Puerta del Sol de Madrid.
Quiero hablaros
ahora de Elejido, la víctima del año pasado. Os contaré algo sobre
su muerte. Fue conducido según las normas del “torneo”. Los
lanceros comenzaron a asestarle lanzadas a sangre fría, henchidos de
testosterona al más puro estilo del neolítico. Con las primeras
lanzadas, a Elejido se le salieron literalmente las tripas, pero pudo
seguir huyendo. Siguió corriendo, algo para lo que un animal
doméstico (como son las reses) no está preparado. De hecho, en los
San Fermines, por ejemplo, muchos toros mueren por lesiones
musculares y óseas que les provocan hemorragias internas, ya que es
un esfuerzo para el que no nacieron. Tras muchas lanzadas más de
todos los salvajes que allí se encontraban, llegó el momento del
“toque final”. En teoría, el que da la lanzada final, en la zona
del bulbo raquídeo, debe ser un “profesional” (un torero
retirado, por ejemplo, como fue el caso del año pasado), para
hacerlo lo menos doloroso posible (ja, ja, ja...). Pues bien, este
“profesional” tuvo que asestarle diversas puntilladas, y si
buscais las imágenes (nada recomendables para cualquiera con un
mínimo de escrúpulos), veréis al animal retorciéndose de dolor
con cada una de las puntilladas. Ésta fue la terrible muerte de
Elejido, y la que le espera hoy a Rompesuelas.
Mientras escribo, ya
ha dado comienzo esta terrible tradición. Este año han llegado a
Tordesillas más animalistas que nunca a defender al animal y a
intentar boicotear este sangriento espectáculo. A
las 9 de la mañana
ya había dos animalistas heridos que sepamos, pero eso no es todo.
Los taurinos y los defensores de la “fiesta” alegan que los
animalistas somos unos “perro-flautas”, con rastas, pendientes,
sin trabajo y aburridos. En fin, perdonaremos a los incultos de
opinar sobre toda esta gente a la que más quisieran conocer mejor.
Yo soy animalista, tengo una carrera, no llevo rastas ni pendientes
(ni en las orejas ya), y desde luego no estoy aburrida. Tengo una
vida normal, sé vestirme igual o mejor que ellos y desde luego, soy
más humana. Entre los que están apareciendo en los reportajes
defendiendo al toro encontramos abogados, veterinarios y gente de
otras muchas profesiones que más quisieran ellos tener. Pues bien,
entre otras cosas, los taurinos alegan que nosotros, los
“perro-flautas”, ponemos en el mismo lugar a los animales que a
las personas, y que eso es insostenible. Bien, puedo entender hasta
cierto punto este pensamiento, aunque no lo comparto. Que de algún modo, debamos respetar
más a nuestra propia especie que a las demás, lo merezcamos o no
(que es que no). Vale. Hasta donde yo sé, defender a alguien no es
atacar a otro, pero ok, aceptamos pulpo como animal de compañía.
Os contaré ahora cómo ha dado comienzo hace unos minutos este año
la fiesta...
No contaremos las
imágenes vistas de taurinos insultando e incluso empujando y dando
patadas a los protestantes. Eso vamos a dejarlo a un lado. Los
protestantes, que este año han sido muchísimos, se han asentado en
la zona por la que tenía que salir Rompesuelas, para evitar que
pudiesen abrirle la puerta. La lógica nos dice que con una situación
así no pueden sacar al toro. Hay dos opciones: o bien retrasar o
suspender la fiesta, o desalojar a la gente. Pues bien, el señor
director del patronato del Toro de la Vega ha tomado una magnífica
decisión. Ha decidido abrir la puerta al toro y que éste embista a
los animalistas a modo de antidisturbios, probablemente porque los
guardias allí implicados no podían acatar esa orden o se han
negado. Como si fuera poco, los animalistas han intentado quitarse de
en medio, para evitar ser arroyados, y los allí presentes han tapado
las vallas para dejarlos al otro lado del muro, cerrándoles el paso. Incluso han llegado a
empujarlos con palos para que no pudieran quitarse del camino. Esto
nos dice muchísimo sobre la gente que se encontraba hoy en
Tordesillas para aplaudir el torneo. ESTO es una vergüenza. ¿Así
defendeis vosotros que los animalistas solo piensan en los animales y
no en las personas? ¿Y vosotros qué? Atacando a PERSONAS a patadas,
con palos, y dejándolos a su suerte para ser atacados por un animal
asustado. ¡Vosotros mismos os condenáis, cavernícolas de mierda! Y
es que una ya no puede contener la rabia acumulada en un día como
hoy.
A estas horas,
Rompesuelas ya ha sido asesinado. Sólo puedo desear que haya sufrido
lo menos posible. Un animal que ha sido soltado en un lugar
desconocido. Poneos, si podéis, un sólo momento en sus pies, por
favor. Imagina que después de tener un vida tranquila, sin hacer
daño a nadie y siendo una criatura pacífica y amable, te trasladan
a un lugar desconocido, te sueltan en un lugar lleno de gente
gritando salvajemente y dándote empujones, patadas y pinchazos. Tú
intentas huir, y eres perseguido y conducido hacia un lugar que
parece más abierta, pero donde hay más gente aún gritando y
armada. Muerto de miedo, incluso puedes intentar defenderte, por lo
que dirán que estáis en igualdad de condiciones (por supuesto...).
Entonces empezarán a atacarte con lanzas (un total de 39 lanceros este año), siendo gente que no sabe
cazar, por lo que las puntilladas no serán mortales, e irás
muriendo muuuuy lentamente. Empiezas a sentir un dolor atroz, a oler
tu propia sangre. Seguramente, algún órgano se te salga del cuerpo.
Y todo mientras intentas entender lo que está ocurriendo y qué has
hecho para merecer todo ese castigo. En ese momento te rindes,
agotado, y te resignas a morir; esperando a que te den el toque final
de una vez, muerto de dolor y con los ojos desorbitados del miedo y
llenos de lágrimas de dolor.
Rompesuelas, lo
siento. De verdad que lo siento. Lo siento en lo más profundo de mi
ser. Siento que mi maldita especie se crea superior y en posesión de
poder decidir sobre otras criaturas hasta el punto de poder
torturarlas y asesinarlas. Lo hacen incluso con miembros de su misma
especie, así somos. El dinero es poder. Si pagas por una criatura, ésta es de tu propiedad. ¿Qué bonita es la especie humana, verdad?
Hay una frase de la
película “Patch Adams” que creo que viene muy al caso:
“De toas las
creaciones del mundo, el ser humano es el único que mata sin
sentido”
Y en palabras, ni
más ni menos que, de Leonardo da Vinci:
“El hombre es el
rey de los animales, pues supera en crueldades a todos ellos. Desde
muy temprana edad aborrecí alimentarme de animales, y yo sé que
llegará el día en que los hombres y las mujeres se opondrán a la
matanza de los animales como ahora reprueban la matanza de sus
congéneres.”
Y eso es lo que aún
hace que tenga algo de esperanza en la humanidad. La esperanza es lo
que nos hace fuertes. Lo que hace que se puedan conseguir cosas con
nuestra lucha. La esperanza hace que este año hayan sido muchos más
los que han luchado por el toro, y quién sabe si, con suerte y
lucha, Rompesuelas haya sido la última víctima de esta salvajada.
En la tele, acaba de salir un torero, ya retirado, hablando de que
con los años se ha dado cuenta de la barbarie y la violencia de las
fiestas de este país, y que de volver a nacer, habría hecho lo
mismo pero sin sangre ni sufrimiento. Algo está cambiando, y es lo
único que me hace seguir adelante. La gente evoluciona. Y es que no
hay que ser animalista para darse cuenta de que ciertas cosas deben
cambiar.
Rosa Montero,
animalista confesa, declaró el otro día que en los inicios del
movimiento animlista en España, ella estuvo en una manifestación
animalista, y ésta constaba de tan sólo treinta personas. Hoy,
somos miles y miles de personas, y cada vez somos más. La lucha no
ha hecho más que empezar. Rompesuelas es un mártir de esta lucha, y
será recordado por todos nosotros por ser una víctima más de la
crueldad humana, tan extendida aún en el mundo, dejando incluso a
niños muertos en las orillas de una playa.
Y es que no todas
las tradiciones deben ser defendidas y seguidas. Y si fuera así,
sigamos quemando brujas, que las mujeres nos quedemos en casa, que es
para lo único para lo que servimos, odiemos a los negros y
esclavicemos a cualquier persona no nacida en Europa, condenemos a
los homosexuales, sacrifiquemos vírgenes o animales para los
dioses... ¡Por favor! No sesamos ridículos...
Señores y señoras,
jóvenes y no tan jóvenes... ¡HUMANIDAD! Quiero pediros algo desde
aquí:
Pensad. Leed. Experimentad. La evolución no es mala. Tenéis
que dejar de ser tan cerrados en muchas cosas. Abrid vuestras mentes
y vuestros ojos, pero sobre todo, abrid vuestro corazón.
Rompesuelas,
descansa en paz. Te quisimos, aunque por poco tiempo, pero no te
olvidaremos.
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