martes, 15 de septiembre de 2015

A Rompesuelas...

¡Ánimo precioso! No he podido hacer nada por ti pero, al menos, quería dedicarte estas palabras para que quede constancia de tu vida y, sobre todo, de tu injusta muerte.

Para los que no conozcáis a Rompesuelas, haré las presentaciones. Esta preciosa criatura tiene tan solo 6 añitos de edad y hoy será brutalmente asesinado. En efecto, Rompesuelas es la víctima de este año (y esperemos que la última) de la famosa “tradición” de El Toro de la Vega, esa “fiesta” medieval que cada año hemos de sufrir y soportar de manera frustrada y sin poder hacer nada.

En muchos medios han hablado de sus características: es un morlaco con pelaje negro bragado, de seis años de edad y 640kg. de peso. Posee dos grandes pitones, el izquierdo más largo que el derecho. Está marcado con el número 114 por la ganadería de Hermanos del Excelentísimo Señor Conde de la Corte y fue criado en la finca Los Bolsicos, en Jerez de los Caballeros (Badajoz). Se cree (porque nadie quiere confirmarlo) que se ha pagado por él unos 6.000€ aproximadamente. Un millón de las antiguas y queridas pesetas por la vida de un animal, para que siendo DE SU PROPIEDAD tengan el derecho a encerrarlo para luego soltarlo, perseguirlo, asustarlo y atacarlo salvajemente hasta su muerte. Lo que es el dinero...

Pero, ¿acaso Rompesuelas es tan solo eso? Una criatura no es sus características físicas. Hola, me llamo Cristina, tengo el pelo castaño, 27 años (recién cumpliditos), mido 1'73 y peso 65kg. ¡Ala! Ya me conocéis todos a la perfección. Lo siento, pero ME NIEGO. Yo no conozco a este hermoso toro, pero sé que es mucho más. Luis Guillermo López Olea, su ganadero, ha sido entrevistado por algunos medios, en los que declara que ha sido acosado y amenazado por animalistas, apelando él a que sólo hace su trabajo. Yo ahí no me meto, cada uno decide si tiene un trabajo digno y no creo que amenazar a este hombre sea productivo para el caso. Pero gracias a este hombre podemos saber, según sus palabras que: “Es muy tranquilo y pacífico, aunque a primera vista impresiona bastante. Nunca ha tenido ninguna enfermedad ni accidente. Ha vivido a cuerpo de rey. […] Viene de la familia de los Rompe, una buena generación de toros con mucha fama por esta zona. Su madre, también Rompesuelas, era una vaca muy disciplinada”.

Disciplinado”, “tranquilo” y “pacífico” son términos que nos cuentan que Rompesuelas no es una bestia salvaje, ni un animal peligroso o violento. Es un animal inocente, de 6 años, que lleva toda su vida sin hacer daño a nadie, sin saber lo que es la maldad del ser humano. Hoy, sin embargo, se encuentra en el corredor de la muerte, esperando sin saberlo a ser asesinado de la manera más brutal y salvaje.

Para los que no conozcan El Toro de la Vega, esta es una fiesta tradicional del pueblo Tordesillas de La Vega (Valladolid) que consiste en soltar al animal por las calles del pueblo para que los aficionados lo conduzcan a campo abierto. Allí es perseguido por lanceros (sí, lanceros, bárbaros con lanzas...). Éstos pueden ir a pie o a caballo y, si el toro logra rebasar los límites del torneo o los lanceros no pueden abatirlo, es indultado. Teniendo en cuenta que participan un centenar de personas, que el animal no está acostumbrado a tener que huir de nada y que se siente asustado, aturdido y fuera de lugar (además de no entender lo que tiene que hacer para sobrevivir y por qué), el toro tiene un ridículo porcentaje de probabilidades de sobrevivir.

Algunos defensores de esta barbarie del s.XVI poseen argumentos de peso tales como:

“Quienes se oponen al festejo son nonfas de asfalto que tienen otras modas y otras modernidades en esta época de blobalización en la que estamos metidos. […] Con los antitaurinos he tomdo la decisión de Santo Tomás, que decía que, con los herejes, la doctrina no se discute”
“Es una herencia de abuelos, de padres, de hijos, que ha llegado a nosotros y debemos conservar y potenciar”
“Es un enfrentamiento entre un solo hoombre armado con una lanza contra una res con sus defensas naturales intactas”.

(Jesús López Grañed, investigador y miembro del Patronato del Toro de la Vega).

“El toro siente dolor, pero no sufre”.

 (José Antonio González Poncela, alcalde de Tordesillas -PSOE-).

Creo que no es necesario rebatir argumentos de una absurdez de tal calibre. Está claro que debatir con incultos, degenerados y bárbaros puede ser del todo inútil.

¿Pero qué hay de los defensores del toro? Esos “perroflautas” sin trabajo y aburridos, según estos catetos linchadores. 120.000 firmas fueron entregadas por PACMA al PSOE, para que instara al alcalde de Tordesillas (del mismo partido) para acabar con la sangrienta fiesta. Pedro Sánchez, secretario el partido, se ha lavado las manos (gesto muy de políticos), declarando que “La decisión que ha tomado el alcalde de celebrarlo la toma como alcalde, no en representación del PSOE”. Pero también se ha comprometido en que si gobierna en la próxima legislatura, prohibirá el Toro de la Vega a través de una ley contra el maltrato animal. Ante esta promesa no puedo hacer otra cosa que reírme hasta vomitar de tanta hipocresía. Usar una barbarie de este calibre para conseguir votos, cunando te has lavado las manos de esta forma tan descarada, me parece de lo más vergonzoso. Además, MILES de activistas se manifestaron el pasado sábado contra el Toro de la Vega en la Puerta del Sol de Madrid. 





Quiero hablaros ahora de Elejido, la víctima del año pasado. Os contaré algo sobre su muerte. Fue conducido según las normas del “torneo”. Los lanceros comenzaron a asestarle lanzadas a sangre fría, henchidos de testosterona al más puro estilo del neolítico. Con las primeras lanzadas, a Elejido se le salieron literalmente las tripas, pero pudo seguir huyendo. Siguió corriendo, algo para lo que un animal doméstico (como son las reses) no está preparado. De hecho, en los San Fermines, por ejemplo, muchos toros mueren por lesiones musculares y óseas que les provocan hemorragias internas, ya que es un esfuerzo para el que no nacieron. Tras muchas lanzadas más de todos los salvajes que allí se encontraban, llegó el momento del “toque final”. En teoría, el que da la lanzada final, en la zona del bulbo raquídeo, debe ser un “profesional” (un torero retirado, por ejemplo, como fue el caso del año pasado), para hacerlo lo menos doloroso posible (ja, ja, ja...). Pues bien, este “profesional” tuvo que asestarle diversas puntilladas, y si buscais las imágenes (nada recomendables para cualquiera con un mínimo de escrúpulos), veréis al animal retorciéndose de dolor con cada una de las puntilladas. Ésta fue la terrible muerte de Elejido, y la que le espera hoy a Rompesuelas.

Mientras escribo, ya ha dado comienzo esta terrible tradición. Este año han llegado a Tordesillas más animalistas que nunca a defender al animal y a intentar boicotear este sangriento espectáculo. A
las 9 de la mañana ya había dos animalistas heridos que sepamos, pero eso no es todo. Los taurinos y los defensores de la “fiesta” alegan que los animalistas somos unos “perro-flautas”, con rastas, pendientes, sin trabajo y aburridos. En fin, perdonaremos a los incultos de opinar sobre toda esta gente a la que más quisieran conocer mejor. Yo soy animalista, tengo una carrera, no llevo rastas ni pendientes (ni en las orejas ya), y desde luego no estoy aburrida. Tengo una vida normal, sé vestirme igual o mejor que ellos y desde luego, soy más humana. Entre los que están apareciendo en los reportajes defendiendo al toro encontramos abogados, veterinarios y gente de otras muchas profesiones que más quisieran ellos tener. Pues bien, entre otras cosas, los taurinos alegan que nosotros, los “perro-flautas”, ponemos en el mismo lugar a los animales que a las personas, y que eso es insostenible. Bien, puedo entender hasta cierto punto este pensamiento, aunque no lo comparto. Que de algún modo, debamos respetar más a nuestra propia especie que a las demás, lo merezcamos o no (que es que no). Vale. Hasta donde yo sé, defender a alguien no es atacar a otro, pero ok, aceptamos pulpo como animal de compañía. Os contaré ahora cómo ha dado comienzo hace unos minutos este año la fiesta...

No contaremos las imágenes vistas de taurinos insultando e incluso empujando y dando patadas a los protestantes. Eso vamos a dejarlo a un lado. Los protestantes, que este año han sido muchísimos, se han asentado en la zona por la que tenía que salir Rompesuelas, para evitar que pudiesen abrirle la puerta. La lógica nos dice que con una situación así no pueden sacar al toro. Hay dos opciones: o bien retrasar o suspender la fiesta, o desalojar a la gente. Pues bien, el señor director del patronato del Toro de la Vega ha tomado una magnífica decisión. Ha decidido abrir la puerta al toro y que éste embista a los animalistas a modo de antidisturbios, probablemente porque los guardias allí implicados no podían acatar esa orden o se han negado. Como si fuera poco, los animalistas han intentado quitarse de en medio, para evitar ser arroyados, y los allí presentes han tapado las vallas para dejarlos al otro lado del muro, cerrándoles el paso. Incluso han llegado a empujarlos con palos para que no pudieran quitarse del camino. Esto nos dice muchísimo sobre la gente que se encontraba hoy en Tordesillas para aplaudir el torneo. ESTO es una vergüenza. ¿Así defendeis vosotros que los animalistas solo piensan en los animales y no en las personas? ¿Y vosotros qué? Atacando a PERSONAS a patadas, con palos, y dejándolos a su suerte para ser atacados por un animal asustado. ¡Vosotros mismos os condenáis, cavernícolas de mierda! Y es que una ya no puede contener la rabia acumulada en un día como hoy.

A estas horas, Rompesuelas ya ha sido asesinado. Sólo puedo desear que haya sufrido lo menos posible. Un animal que ha sido soltado en un lugar desconocido. Poneos, si podéis, un sólo momento en sus pies, por favor. Imagina que después de tener un vida tranquila, sin hacer daño a nadie y siendo una criatura pacífica y amable, te trasladan a un lugar desconocido, te sueltan en un lugar lleno de gente gritando salvajemente y dándote empujones, patadas y pinchazos. Tú intentas huir, y eres perseguido y conducido hacia un lugar que parece más abierta, pero donde hay más gente aún gritando y armada. Muerto de miedo, incluso puedes intentar defenderte, por lo que dirán que estáis en igualdad de condiciones (por supuesto...). Entonces empezarán a atacarte con lanzas (un total de 39 lanceros este año), siendo gente que no sabe cazar, por lo que las puntilladas no serán mortales, e irás muriendo muuuuy lentamente. Empiezas a sentir un dolor atroz, a oler tu propia sangre. Seguramente, algún órgano se te salga del cuerpo. Y todo mientras intentas entender lo que está ocurriendo y qué has hecho para merecer todo ese castigo. En ese momento te rindes, agotado, y te resignas a morir; esperando a que te den el toque final de una vez, muerto de dolor y con los ojos desorbitados del miedo y llenos de lágrimas de dolor.

Rompesuelas, lo siento. De verdad que lo siento. Lo siento en lo más profundo de mi ser. Siento que mi maldita especie se crea superior y en posesión de poder decidir sobre otras criaturas hasta el punto de poder torturarlas y asesinarlas. Lo hacen incluso con miembros de su misma especie, así somos. El dinero es poder. Si pagas por una criatura, ésta es de tu propiedad. ¿Qué bonita es la especie humana, verdad?

Hay una frase de la película “Patch Adams” que creo que viene muy al caso:

“De toas las creaciones del mundo, el ser humano es el único que mata sin sentido”

Y en palabras, ni más ni menos que, de Leonardo da Vinci:

“El hombre es el rey de los animales, pues supera en crueldades a todos ellos. Desde muy temprana edad aborrecí alimentarme de animales, y yo sé que llegará el día en que los hombres y las mujeres se opondrán a la matanza de los animales como ahora reprueban la matanza de sus congéneres.”

Y eso es lo que aún hace que tenga algo de esperanza en la humanidad. La esperanza es lo que nos hace fuertes. Lo que hace que se puedan conseguir cosas con nuestra lucha. La esperanza hace que este año hayan sido muchos más los que han luchado por el toro, y quién sabe si, con suerte y lucha, Rompesuelas haya sido la última víctima de esta salvajada. En la tele, acaba de salir un torero, ya retirado, hablando de que con los años se ha dado cuenta de la barbarie y la violencia de las fiestas de este país, y que de volver a nacer, habría hecho lo mismo pero sin sangre ni sufrimiento. Algo está cambiando, y es lo único que me hace seguir adelante. La gente evoluciona. Y es que no hay que ser animalista para darse cuenta de que ciertas cosas deben cambiar.

Rosa Montero, animalista confesa, declaró el otro día que en los inicios del movimiento animlista en España, ella estuvo en una manifestación animalista, y ésta constaba de tan sólo treinta personas. Hoy, somos miles y miles de personas, y cada vez somos más. La lucha no ha hecho más que empezar. Rompesuelas es un mártir de esta lucha, y será recordado por todos nosotros por ser una víctima más de la crueldad humana, tan extendida aún en el mundo, dejando incluso a niños muertos en las orillas de una playa.

Y es que no todas las tradiciones deben ser defendidas y seguidas. Y si fuera así, sigamos quemando brujas, que las mujeres nos quedemos en casa, que es para lo único para lo que servimos, odiemos a los negros y esclavicemos a cualquier persona no nacida en Europa, condenemos a los homosexuales, sacrifiquemos vírgenes o animales para los dioses... ¡Por favor! No sesamos ridículos...

Señores y señoras, jóvenes y no tan jóvenes... ¡HUMANIDAD! Quiero pediros algo desde aquí: 
Pensad. Leed. Experimentad. La evolución no es mala. Tenéis que dejar de ser tan cerrados en muchas cosas. Abrid vuestras mentes y vuestros ojos, pero sobre todo, abrid vuestro corazón.
 

Rompesuelas, descansa en paz. Te quisimos, aunque por poco tiempo, pero no te olvidaremos.





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